Mientras resid??? en la corte desempe???ando mi modesto empleo de doce mil en las oficinas de Hacienda, pocas noches recuerdo haber faltado al para???so del teatro Real. La m???dica suma de una peseta cincuenta, sin contrapeso de gasto de guantes ni camisa planchada -porque en aquella penumbra discreta y bienhechora no se echan de ver ciertos detalles-, me proporcionaba horas tan dulces, que las cuento entre las mejores de mi vida. Durante el acto, inclinado sobre el antepecho o sobre el hombro del pr???jimo, con los ojos ...
Read More
Mientras resid??? en la corte desempe???ando mi modesto empleo de doce mil en las oficinas de Hacienda, pocas noches recuerdo haber faltado al para???so del teatro Real. La m???dica suma de una peseta cincuenta, sin contrapeso de gasto de guantes ni camisa planchada -porque en aquella penumbra discreta y bienhechora no se echan de ver ciertos detalles-, me proporcionaba horas tan dulces, que las cuento entre las mejores de mi vida. Durante el acto, inclinado sobre el antepecho o sobre el hombro del pr???jimo, con los ojos entornados, a fuer de dilettante cabal, me dejaba penetrar por el goce exquisito de la m???sica, cuyas ondas me envolv???an en una atm???sfera encantada. Hab???a ???peras que eran para m??? un continuo transporte: Hugonotes, Africana, Puritanos, Fausto, y cuando fue refin???ndose mi inteligencia musical, El Profeta, Roberto, Don Juan y Lohengrin. Digo que cuando se fue refinando mi inteligencia, porque en los primeros tiempos era yo un porro que disfrutaba de la m???sica neciamente, a la buena de Dios, ignorando las sutiles e intrincadas razones en virtud de las cuales deb???a gustarme o disgustarme la ???pera que estaba oyendo. Hasta confieso con rubor que empec??? por encontrar sumamente agradables las partituras italianas, que prefer??? lo que se pega al o???do, que fui admirador de Donizetti, amigo de Bellini, y aun me dej??? cazar en las redes de Verdi. Pero no pod???a durar mucho mi insipiencia; en el para???so me rodeaba de un claustro pleno de doctores que pon???an c???tedra gratis, pereci???ndose por abrir los ojos y ense???ar y convencer a todo bicho viviente. Mi rinc???n favorito y acostumbrado, hacia el extremo de la derecha, era, por casualidad, el m???s frecuentado de sabios; la facultad salmantina, dig???moslo as???, del para???so. All??? se derramaba ciencia a borbotones y, al calor de las encarnizadas disputas, se desasnaban en seguida los novatos. Detr???s de m??? sol???a sentarse Magrujo, revistero de El Harpa -peri???dico semiclandestino-, cuyo suspirado y jam???s cumplido ideal era una butaca de
Read Less
Add this copy of Cuentos de Marineda to cart. $11.27, new condition, Sold by Ingram Customer Returns Center rated 5.0 out of 5 stars, ships from NV, USA, published 2023 by Culturea.
Add this copy of Cuentos de Marineda to cart. $15.42, new condition, Sold by Ingram Customer Returns Center rated 5.0 out of 5 stars, ships from NV, USA, published 2022 by Legare Street Press.
Add this copy of Cuentos de Marineda to cart. $26.58, new condition, Sold by Ingram Customer Returns Center rated 5.0 out of 5 stars, ships from NV, USA, published 2022 by Legare Street Press.
Add this copy of Cuentos De Marineda (Spanish Edition) to cart. $45.62, good condition, Sold by Bonita rated 4.0 out of 5 stars, ships from Newport Coast, CA, UNITED STATES, published 2007 by BiblioBazaar.
Add this copy of Cuentos De Marineda (Spanish Edition) to cart. $46.96, good condition, Sold by Bonita rated 4.0 out of 5 stars, ships from Newport Coast, CA, UNITED STATES, published 2007 by BiblioBazaar.